Seguramente habrás escuchado que es importante incluir a diario fuentes de vitamina C, como las naranjas o las mandarinas, pero ¿alguna vez te has preguntado el motivo? Vamos a descubrir todos los beneficios de esta vitamina en este artículo y por qué deberías asegurarte de obtener suficiente cantidad de este micronutriente en tu alimentación diaria.
La vitamina C, conocida como ácido ascórbico, es clave para mantener una correcta salud. Se considera un nutriente esencial, es decir, debe incorporarse a través de la alimentación debido a que el cuerpo humano no tiene capacidad para sintetizarla.
Cuando pensamos en fuentes de vitamina C, las naranjas suelen ser las primeras que se nos vienen a la cabeza, y con razón. ¿Sabías que una naranja mediana aporta alrededor de 70 mg de vitamina C? Con ello cubrimos prácticamente la cantidad diaria recomendada para la mayoría de los adultos. También podemos encontrarla en las fresas, los kiwis, los pimientos rojos o el brócoli, entre otros alimentos de origen vegetal.
Un potente antioxidante
¡Así como lees! La vitamina C es considerada un gran antioxidante que protege a las células de los daños causados por los radicales libres, que son moléculas inestables y reactivas que contribuyen a la oxidación del cuerpo, envejecimiento prematuro y el desarrollo de enfermedades crónicas como el cáncer, trastornos neurodegenerativos y enfermedades cardiovasculares.
Mejora la absorción del hierro vegetal
El hierro de origen vegetal, también llamado no hemo, se absorbe peor que el hierro de origen animal. No obstante, la vitamina C potencia la absorción del hierro vegetal porque actúa como agente reductor, convirtiendo el hierro no hemo en hierro ferroso, la forma en la que el intestino puede absorberlo con mayor facilidad. Este proceso mejora la biodisponibilidad del hierro vegetal, haciendo que el cuerpo lo pueda aprovechar mejor.
Recuerda… ¡No somos lo que comemos, somos lo que absorbemos!
Vitamina C y sistema inmunológico
Estabas esperando este momento, ¿eh? Cómo no hablar de la vitamina C sin mencionar su famoso papel en el sistema inmunológico. Esta es una de las funciones más conocidas de esta vitamina. Este nutriente tiene la capacidad de reforzar el sistema inmunológico, ayudando a que las células inmunitarias sean más eficientes y puedan combatir las infecciones de manera efectiva, así como a reducir el daño en los tejidos durante la respuesta inflamatoria.
Hay que tener en cuenta que la vitamina C no evita por sí sola que nos resfriemos, pero la ciencia apunta a que el consumo regular de este nutriente puede reducir la duración y la gravedad de los síntomas de los resfriados.
Conclusión
Como has visto, la vitamina C es una aliada indispensable para mantener tu organismo sano y fuerte, actuando como un potente antioxidante, mejorando la biodisponibilidad del hierro vegetal y reforzando tu sistema inmunológico. Algo tan sencillo como incluir naranjas en tu día a día te permite cubrir tus necesidades diarias de vitamina C de una forma deliciosa y natural, sin necesidad de suplementos.